Estos son los hinchas que quieren a River Plate
Los empleados del club se ofrecieron voluntariamente para limpiar el desastre que quedó después del domingo de furia en el Monumental. Levantaron todo tipo de escombros y hasta pusieron plata de su bolsillo para comprar los materiales necesarios para trabajar. Cachito Vigil dio la nota participando a la par del resto de los colaboradores.
Entre tanto dolor, denuncias mediáticas, disputas políticas y posibles sanciones, más de 60 empleados de River se ocuparon este miércoles a la mañana de reacondicionar un Monumental todavía en ruinas producto de la cara más negra que dejó el descenso millonario: la violencia.
A través de delegados gremiales, el martes se realizó una reunión general en la que los empleados administrativos se sumaron a sus compañeros de mantenimiento para ofrecerse como colaboradores en la limpieza de las instalaciones del club. Y esta mañana, desde las 7, pusieron manos a la obra. Incluso, poniendo dinero de sus propios bolsillos para comprar materiales como escobas, guantes, palas, barbijos y antiparras.
Primero, arrancaron removiendo vallas, carteles y vidrios rotos, para después continuar con los escombros, entre los que les tocó lidiar con los cartuchos de gas lacrimógeno que había usado la Policía durante el operativo y que todavía -al ser movidos- destilaban un gas difícil de soportar. Sí, se las bancaron todas.
Por eso, a modo de agasajo, Cachito Vigil -que colaboró a la par del resto y había llevado café con medialunas para evitar el frío de la mañana- mandó a comprar choripanes para todos para la hora del almuerzo. Todo un gesto de un tipo simple y humilde que ya le había puesto el hombro al plantel profesional en los días previos al desenlace menos deseado.
Por la tarde, una vez que el fiscal Galante habilitó el resto del estadio, trabajaron sobre las tribunas y el campo de juego. Y entre ellos mismos destacaron la gran cantidad de apoyo que recibieron por parte de los hinchas, que por teléfono y mail se ofrecieron para dar una mano. Aunque por cuestiones de seguridad laboral no pudieron participar. Por suerte, no hicieron falta tampoco, porque entre los empleados del club ya había manos e hinchas más que suficientes.
Entre tanto dolor, denuncias mediáticas, disputas políticas y posibles sanciones, más de 60 empleados de River se ocuparon este miércoles a la mañana de reacondicionar un Monumental todavía en ruinas producto de la cara más negra que dejó el descenso millonario: la violencia.
A través de delegados gremiales, el martes se realizó una reunión general en la que los empleados administrativos se sumaron a sus compañeros de mantenimiento para ofrecerse como colaboradores en la limpieza de las instalaciones del club. Y esta mañana, desde las 7, pusieron manos a la obra. Incluso, poniendo dinero de sus propios bolsillos para comprar materiales como escobas, guantes, palas, barbijos y antiparras.
Primero, arrancaron removiendo vallas, carteles y vidrios rotos, para después continuar con los escombros, entre los que les tocó lidiar con los cartuchos de gas lacrimógeno que había usado la Policía durante el operativo y que todavía -al ser movidos- destilaban un gas difícil de soportar. Sí, se las bancaron todas.
Por eso, a modo de agasajo, Cachito Vigil -que colaboró a la par del resto y había llevado café con medialunas para evitar el frío de la mañana- mandó a comprar choripanes para todos para la hora del almuerzo. Todo un gesto de un tipo simple y humilde que ya le había puesto el hombro al plantel profesional en los días previos al desenlace menos deseado.
Por la tarde, una vez que el fiscal Galante habilitó el resto del estadio, trabajaron sobre las tribunas y el campo de juego. Y entre ellos mismos destacaron la gran cantidad de apoyo que recibieron por parte de los hinchas, que por teléfono y mail se ofrecieron para dar una mano. Aunque por cuestiones de seguridad laboral no pudieron participar. Por suerte, no hicieron falta tampoco, porque entre los empleados del club ya había manos e hinchas más que suficientes.
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